Toda nuestra vida hemos creado adherencias en nuestro cuerpo, esto se debe a una alimentación incorrecta, a la medicación, etc. .... Por ejemplo, los productos lácteos son una sustancia que forma una gran cantidad de mucosidad y crea adherencias.
Así que, en realidad, se crea una especie de pegamento en nuestro cuerpo, que impide que nuestra sangre fluya correctamente y, desde luego, impide que se purifique adecuadamente. Esto nos da acumulaciones, bloqueos, enfermedades, malestares, celulitis, una piel que no se ve saludable.
Las ventosas son una forma de medicina tradicional china y de Oriente Medio. Con la terapia de ventosas, podemos curar esto de forma natural, sana y eficaz.
En un tratamiento con ventosas, nos aseguramos de que se vuelva a crear espacio en su cuerpo. El cuerpo trata la zona de la ventosa como una lesión. Envía más sangre a la zona para estimular el proceso natural de curación. Las ventosas limpian los poros y liberan las toxinas. Las adherencias (el pegamento) se aflojan, por así decirlo, poniendo las copas al vacío sobre la piel y así todo se pone en marcha. De este modo, la sangre puede volver a fluir, hay espacio de nuevo y la sangre rica en oxígeno puede pasar.
También es muy importante ser consciente de cómo se trata el cuerpo después. Tanto la comida como el movimiento y la mente. Se trata de dar una segunda oportunidad a tu cuerpo limpiándolo por completo y adoptando un estilo de vida diferente.
Se volverá más flexible, dejará de tener dolor de espalda, piernas pesadas y rodillas doloridas. Los traumas y los viejos dolores saldrán a la luz y por fin podrás soltarte. Energéticamente te sentirás más ligero.
Parecerás más joven porque la piel volverá a tener una buena circulación sanguínea y todo estará más y elástico.
Sus órganos funcionarán mejor con un masaje de órganos. Piensa en tu estómago, donde siempre hay un montón de cosas por ahí.
Su sistema linfático podrá drenar y limpiar mejor.